martes, 12 de abril de 2011

Medicalización de la vida

Un asunto que nos preocupa y sobre el que reflexionamos de forma recurrente es el de la medicalización de la vida. Son muchas ocasiones en las que este tema aparece en nuestras conversaciones, bien sean serias o teñidas a veces de ironía constituyendo parte del numeroso anecdotario de nuestra práctica profesional. Hacer enfermedad de situaciones que no lo son, medicalizar la vida, está íntimamente relacionado con el uso (inadecuado) de los servicios sanitarios y con la seguridad del paciente. Podríamos poner muchos ejemplos pero correríamos el riesgo de banalizar un problema que se nos antoja muy serio, de hacer de ello otra anécdota…Lo que sí está claro es que las cosas no están así por casualidad: son muchas las veces en que los pacientes acuden a las consultas buscando soluciones a problemas derivados de la propia biografía, del propio hecho de vivir y son muchas las veces en que pequeños problemas sin trascendencia son acogidos y tratados por nosotros, los profesionales, con un exceso de celo, tratando lo que no merece la pena porque, simplemente, no es una enfermedad…Tal vez durante mucho tiempo les hemos quitado la posibilidad de gestionar con sus propios recursos estos pequeños problemas; tal vez para otros no tan pequeños y que escapan al ámbito de lo sanitario, no disponemos de soluciones…En realidad, como en otros aspectos sociales, contribuimos a infantilizar a la población y nos convertimos en tutores de sus vidas, flaco favor les/nos hacemos. Y ahora que la madeja está tan enredada es preciso hacer un esfuerzo en desenmarañarla porque la queja, que a veces alivia, a fin de cuentas, no sirve para casi nada.
Una buena opción puede ser reflexionar sobre estos aspectos con seriedad y compartir nuestras preocupaciones, nuestras conclusiones y las posibles soluciones con nuestros pacientes. Os ofrecemos una interesante presentación de una charla abierta al público general, dada recientemente por nuestra compañera Eulali Mariñelarena, a quien desde aquí agradecemos su colaboración. Según nos han contado el anecdotario de las preguntas de los asistentes daría para un estudio sociológico y varias entradas de un blog.

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