martes, 27 de enero de 2015

Bronquiolitis (no pongáis esa cara...): tampoco el hipertónico...

La imagen es  de aquí
Ya lo sé, ya lo sé: soy una cansina. Pero es que, aunque es desolador, como dice el autor del artículo, la bronquiolitis es una vergüenza para la Pediatría...Que conste que no solo nos pasa con esta patología, que son muchas en las que no podemos ofrecer soluciones ¡YA!, que es lo que nos gustaría a todos, a nosotros y a los pacientes; pero bueno, eso lo dejo para otro día.
Al lío: que lo del suero salino hipertónico nebulizado, parece que tampoco sirve para mucho. Lo digo por si en alguna ocasión habíais pensado que tendríamos que disponer de él. Yo, por comentar.
Así que habrá que hacer algo como lo que dice el autor del artículo:

Así pues, ¿qué hacer con los lactantes a los que se diagnostica una bronquiolitis en Urgencias? Bien sencillo17: compruebe si cumple los criterios de ingreso establecidos elegantemente en la tabla de la página 46 de la Guía de Práctica Clínica sobre Bronquiolitis Aguda del Ministerio de Sanidad y Política Social1. Si los cumple, ingréselo sin hacer perder tiempo ni recursos al Servicio de Urgencias Pediátricas con intervenciones terapéuticas inútiles. Si no los cumple, tampoco desperdicie los valiosos y escasos recursos de Urgencias Pediátricas con aerosolillos: en su lugar, utilice la intervención sanitaria más potente de la que dispone un buen pediatra: la palabra. Dedique su valioso tiempo a explicar a los padres la naturaleza de la bronquiolitis, la inexistencia de tratamientos eficaces, que la mayoría de los lactantes la pasa en casa sin problemas y que solo algunos precisan ingreso si son menores de 4-6 semanas, tienen una saturación de oxígeno baja, una dificultad respiratoria excesiva que haga pensar que se van a agotar o tengan problemas para alimentarse y que esto es precisamente lo que deben vigilar en su hijo o hija. Utilice la hoja informativa de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas18 como guion y finalmente póngase a disposición de los padres: “Siempre estamos aquí… Si tiene dudas sobre si está suficientemente bien para estar en casa, vuelva, que con mucho gusto lo atenderemos de nuevo”. Así es más probable que los padres se vayan reconfortados y con la confianza de que el Sistema Nacional de Salud está a su disposición en caso de que las cosas se tuerzan, y sobre todo, será más probable que se eviten tratamientos inútiles

En fin, que dios reparta suerte, no se me ocurre otra cosa...

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